Un patrón puede resultar responsable por accidentes de auto causados por el empleado durante el curso del empleo.

El principio de la responsabilidad indirecta consideraba a un patrón (antes conocido como Maestro) responsable por la negligencia de su empleado (antes conocido como sirviente)a pesar de que él no haya ni autorizado los agravios del empleado ni los haya prohibido específicamente. Un caso de la Corte Suprema de los Estados Unidos de 1852 indicó que la responsabilidad indirecta no dependía de ninguna relación contractual o “cadena de comandos” entre el patrón y el empleado, sino sencillamente en si los actos del empleado estuvieran dentro del ámbito de su empleo. De ser así, el patrón era absolutamente responsable por la negligencia de su empleado. El concepto de responsabilidad indirecta se ha desarrollado a partir del principio de la negligencia. Una relación existente puede dar lugar a una obligación específica que consideraría a una persona como responsable por los actos de otra. El patrón tiene la obligación de asegurarse de que sus empleados no lesionen a otros y es considerado como responsable por la conducta de sus empleados.

Cierto número de casos de accidentes a motor implica lo que en ocasiones es llamado “confianza negligente”. Cuando el acusado confía a X un vehículo motorizado bajo circunstancias en las cuales una persona razonable se habría abstenido de hacerlo, el acusado puede ser responsable por las lesiones que X cause por la razón de haberle proporcionado el vehículo. El agravio de la confianza negligente generalmente surge por parte de una persona lesionada por el uso inapropiado de un instrumento tales como un vehículo. En un reclamo por un accidente en base a la confianza negligente, el que reclama debe probar tres cosas:

1. Una persona puso su vehículo a disposición de otra.
2. La persona que puso a disposición sabía o debería haber sabido que la segunda probablemente usaría el vehículo de manera tal que pudiera causar daño físico a otros y;
3. La persona que puso a disposición el vehículo debe esperar que exista la posibilidad de peligro con su uso. 

Otra instancia de responsabilidad remota surge en el caso de reclamos por responsabilidad por productos. En reclamos de accidentes en base a responsabilidad de productos, el fabricante de la parte defectuosa que falló en su funcionamiento causando por tanto el accidente puede resultar responsable por las lesiones. De igual manera la agencia de gobierno responsable del mantenimiento de la carretera será considerada responsable si las condiciones de la carretera contribuyeron al accidente.