Uno de los asuntos más difíciles en casos de difamación recaen en si el acusado tiene culpa por publicar declaraciones difamatorias. La ley común o consuetudinaria crea responsabilidad estricta sobre el acusado, lo que significa que el acusado es legalmente responsable por la difamación tan sólo por publicar la declaración falsa, aunque el acusado no sepa que la declaración es falsa. Los casos que involucran una interpretación de La Primer Enmienda la cual fue revisada después en base a las reglas de ley común o consuetudinaria, particularmente en circunstancias en donde oficiales públicos, figuras públicas, o asuntos de interés público están involucrados.
Las Reglas de la Ley Común (consuetudinaria)
Bajo la ley común, cuando un demandante muestra que la declaración es difamatoria, la corte asumió que la declaración es falsa. Las reglas no requieren que el acusado sepa que la declaración es incierta o difamatoria en naturaleza. El único requerimiento es que el acusado haya publicado a propósito o negligentemente la información o la declaración.
Los Oficiales Públicos y Figuras Públicas
En la demanda New York Times v. Sullivan, la Corte Suprema reconoce que las reglas de responsabilidad estricta en demandas de difamación conllevan resultados no deseables cuando los miembros de la prensa reportan sobre las actividades de oficiales públicos. En las reglas de responsabilidad estricta de la ley común, el oficial público no tiene que mostrar o probar que el reportero tiene conocimiento de que la declaración acerca del oficial es incierta para recuperarse del reportero. Esto puede tener el efecto de desincentivar a los miembros de la prensa de hacer comentarios de las actividades de un oficial público.
En las reglas establecidas en Sullivan, el oficial público no puede recuperarse de la persona que publica una comunicación respecto a la conducta del oficial público a menos que el acusado sepa que la declaración es incierta o actuó con indiferencia imprudente a la verdad o falsedad de la declaración. Esta regla es llamada “malicia real”, aunque la malicia en ese sentido no se refiere a un deseo perverso. Significa que el estándar de malicia real significa el conocimiento de la verdad o falsedad de la declaración del acusado. Los oficiales públicos usualmente incluyen a los empleados del gobierno que tienen la responsabilidad sobre los asuntos del gobierno. Para que aplique la regla de la Primer Enmienda al oficial público, la comunicación debería estar relacionada directamente a su oficio. Una figura pública se refiere a alguien que gana un nivel relevante de popularidad o notoriedad en general o en el contexto de un asunto o controversia en específico. Aunque estas figuras no tienen un papel oficial en los asuntos de gobierno, usualmente tienen influencia sobre las decisiones del gobierno o por parte del público. Algunos ejemplos de figuras públicas son muchas celebridades, defensores que están involucrados en debates públicos, y atletas prominentes.
Personas Privadas
Este es un caso en donde la comunicación está dirigida a una persona que no es un oficial público ni una figura pública. Un buen ejemplo es el caso de Gertz v. Robert Welsh, Inc en 1974. Las decisiones subsecuentes han establecido varios estándares. La corte en Gertz concluyó que el estándar de malicia real que se usa en New York Times v. Sullivan no debería ser aplicado a casos que involucran una persona individual. Pero la Corte también ha dispuesto que la regulación de responsabilidad estricta de la ley común da carga a los editores y emisores.
En la Reformulación (Segunda) De Agravios, el acusado que publica una comunicación o declaración incierta y difamatoria respecto a una persona privada es considerado responsable para con la persona sólo si el acusado actúa con malicia real o actos negligentemente al incumplir en determinar si la declaración es incierta o difamatoria.